4 tendencias de fabricación industrial para este 2022

Estos años de pandemia que hemos pasado durante 2020 y 2021, nos han dejado una época donde la transformación digital ha evolucionado a pasos agigantados, con el fin de adaptar los comercios y la industria a las nuevas necesidades del mercado.

El 2022 ya deja entrever cuáles serán las tendencias en la fabricación industrial. Compartimos las que en Pinexports consideramos las más importantes en las que centrar esfuerzos para este año.

Durante los últimos años, la fabricación nacional ha ido poco a poco en auge en cantidad de sectores. Sin embargo, hasta hace dos años el sector industrial, cada vez más había pasado al offshoring de consumos intermedios, tanto de manufacturas como de servicios. Ahora parece que algo está cambiando.

La situación que ha dejado la pandemia en cuanto al aumento de precios en la cadena de suministros, así como de las materias primas, ha llevado a la industria manufacturera a replantearse la vuelta a la producción nacional en cuanto a consumos intermedios.

A pesar de que en el panorama industrial llevamos casi desde 2011 hablando de transformación digital, Iot e Industria 4.0, hasta antes de la pandemia, tan solo las grandes empresas se habían permitido la introducción de procesos, software, hardware o formación de talento relacionado con la industria 4.0.

Sin embargo, la pandemia ha dejado constancia de que “la necesidad obliga” y ha acelerado a pasos agigantados los procesos de digitalización en el panorama Industrial. La industria española ha visto la necesidad de aumentar su competitividad e internacionalización así como la inversión en I+D, nuevas tecnologías y la formación de capital humano. Este último punto es quizás de los más importantes, ya que este cambio tan drástico en los últimos 2 años de la manera de trabajar, sumado a la hipercompetencia internacional contra la que compite España en comparación con el gigante Asiático por ejemplo, hace que las empresas no solo compitan por cuota de mercado o precios, si no también por empleados que puedan asegurar su futuro en un mundo digitalizado.

En este punto, el ambicioso Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), dotado con los fondos europeos del NGEU, supone una oportunidad, no solo para estimular la recuperación de la industria, sino también para transformar el tejido productivo.

Este avance, nos lleva directamente a pensar en la siguiente tendencia, El Everything as a service.

El SaaS o ScuS en español, es un modelo de distribución de software donde el soporte lógico y los datos que maneja se alojan en servidores de una compañía TIC, a los que se accede online desde un cliente. Este modelo ha sido solo el principio.

El Everything-as-a-service permite la democratización de los datos y la tecnología. En los últimos años ha surgido toda una industria que tiene como objetivo poner las habilidades y herramientas necesarias para la innovación en manos de la mayor parte posible de la sociedad, independientemente de su experiencia o conocimientos.

Hoy en día, la producción en masa está siendo cada vez más ineficiente, lo cual cambia el “vendemos lo que hacemos” a «hacemos lo que vendemos». Este nuevo modelo obliga a los fabricantes a volverse más ágiles y flexibles en sus procesos.

La producción y las cadenas de suministro están adentrándose en la esfera digital con nuevos productos y servicios que involucran diversas tecnologías como RFID, WLAN, vídeo o localización. Estas tecnologías y los diferentes tipos de datos que ofrecen se unifican y son accesibles a través de una gran variedad de aplicaciones y dispositivos, pues el mundo físico y digital cada día está más conectado gracias al IoT.

Ahora mismo, el IoT sigue resultando un misterio o incluso una jungla impenetrable para muchas de ellas. La innovación se ha visto restringida, como comentábamos antes, por la crisis de talentos. En este aspecto, ha aparecido mucho antes la demanda que la oferta. Sin embargo, merece la pena invertir en IoT. Este conecta a los fabricantes con sus proveedores, clientes y su propio personal, así como con máquinas y materiales a lo largo de toda la cadena de producción, proporcionando visibilidad en tiempo real de todas las operaciones y procesos del negocio.

Ayuda a los fabricantes a mejorar y expandir sus servicios permitiéndoles responder a las demandas rápidamente, por lo que se asegura la fidelidad del cliente. Las empresas que emplean el IoT podrán beneficiarse de la transformación de servicios y de la tendencia everything-as-a-service. Además, las plataformas de IoT ofrecen la infraestructura necesaria para procesar e integrar una gran cantidad de datos y reducir la complejidad de los procesos provenientes, por ejemplo, de la individualización masiva de los productos.

Finalmente, los modelos de negocio se mejoran y fortalecen debido al incremento de la productividad y a la reducción de costes, por ejemplo a través del mantenimiento predictivo y la menor parada de la producción.

Este punto se ha visto directamente influído por la pandemia. A día de hoy, el objetivo de las inversiones de las compañías de la industria manufacturera es invertir en la resiliencia y disminución de riesgos para supply chain y expandir el suministro de recursos para mejorar la flexibilidad.

La industria 4.0, más concretamente el IoT, es la clave para alcanzar estos objetivos de flexibilidad. Es necesario priorizar el flujo de información a lo largo de la cadena ya que permitirá a la industria manufacturera mejorar la velocidad de reacción y colaborar con otros sectores.

Llegados a este punto, vemos que el IoT está presente de manera directa o indirecta en todos los aspectos relacionados con la industria manufacturera, por lo que si había dudas de por dónde empezar, esta probablemente sea la apuesta ganadora.

Desde PINEXPORTS esperamos que estas tendencias ayuden a tu negocio a terminar con éxito 2021 y adelantar a la competencia en 2022. Nosotros nos hemos tomado esto del IoT y el EaaS muy enserio, y pronto presentaremos nuestra plataforma Exhale, que revolucionará el sector logístico y ayudará a diseñadores, distribuidores y almacenistas a simplificar de manera muy significativa sus procesos productivos, haciendo que la internacionalización no suponga un sobre coste al que no merezca la pena exponerse.